En esta ocasión, tenemos el placer de presentar una entrevista exclusiva con J. S. Navarro, autor de la aclamada saga Guardianes Elementales.
Con motivo del lanzamiento de la segunda entrega, "Guardianes Elementales: Ojos Índigo", nos adentramos en un fascinante relato donde serás testigo de la asombrosa metamorfosis de Marlila. Acompaña a nuestra protagonista mientras atraviesa el umbral de la infancia hacia la madurez, embarcándose en una misión titánica para preservar sus creencias en un mundo justo y benevolente. No te pierdas esta conversación íntima con el autor sobre su proceso creativo, los desafíos y las inspiraciones detrás de esta emocionante obra.
¿Cómo fue escribir este segundo libro?
Fue un proceso arduo de varios años. Siempre recuerdo la frase que dice que un primer libro puede escribirlo cualquiera, pero donde uno se empieza a convertir en escritor a partir del segundo libro.
¿Fue difícil crear a la protagonista Marlila?
La protagonista tenía que ser mujer, pues el principio elemental del agua es universalmente femenino. Sí, al principio estaba reacio, pero en mi día a día estoy rodeado de mujeres, así que me dediqué a observar y aprender de ellas y así logré crear un personaje femenino que creo que tiene dimensión.
¿Por qué la segunda parte del libro es el cierre de Ojos carmesí?
En efecto, cada entrega se estructurará así, la primera parte será la nueva historia, y la segunda parte cerrará el libro anterior.
¿Por qué está ambientado en Colombia?
La saga la pensé desde un principio para que ocurriera en toda Latinoamérica y comenzara y terminara en México. A esto se suma que el libro tiene muchos lectores en ese país.
¿Sabemos que para que ocurriera la historia en Colombia tuviste que investigar mucho?
Sí y creo que me quedé corto de páginas, a pesar de que es más extensa que Ojos carmesí. Me fascinaron las líneas Ley y creí que eran un gran pretexto para estructurar el libro. Si no saben qué son las líneas Ley tienen que leer el libro.
¿Qué es lo que más disfrutará el lector en el libro?
Creo que, por una parte, la historia en sí misma que dentro lleva muchas historias más. También el hecho de que los villanos o antagonistas son mucho más reconocibles para todos y mucho más complejos, nadie es demasiado malo ni demasiado bueno. Todos somos un poco de esas dos fuerzas.
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